Considerado el “país menos
desarrollado”, Santo Tomé y Príncipe está compuesto de dos islas pequeñas de la
costa africana, en el Golfo de Guinea. Depende principalmente de la ayuda
internacional, y el cacao constituye el 80% de sus exportaciones. La población
es relativamente joven: en el año 2012 los niños de hasta 14 años representaban
el 44,4% de la población. Pero a pesar de ser un estado joven con grandes
capacidades de desarrollo, Santo Tomé y Príncipe es uno de los países más
pobres del mundo.
Derecho
a la educación
Los bajos salarios, así como la
falta de oportunidades laborales, desmotivan a los estudiantes. El resultado de
esto es una educación de mala calidad y tasas altas de deserción y repetición
de curso.
Por ejemplo, la tasa educativa
indica que el 98% de las niñas y el 97% de los varones asisten a la escuela
primaria, pero solo el 38% se inscribe en la escuela secundaria.
A este problema se le suma la
poca cantidad de escuelas que hay y que además, están ubicadas solamente en las
capitales o grandes ciudades. Las diferencias regionales se manifiestan
claramente en la educación.
Embarazos
precoces
Hay una elevada tasa de embarazos
precoces entre los adolescentes. Los niños no pueden acudir al médico sin sus
padres hasta los 16 años.
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